jueves, 15 de marzo de 2012

La violencia en P.R.


La situación generalizada de violencia en Puerto Rico nos evidencia  que estamos ante un panorama de violencia creciente e indiferenciada. Esta situación que parece ser común a muchos países, es sin duda un problema global (Van Soest, 1997) y ciertamente más  evidente y de mayor incidencia en los últimos años. Está de modo general vinculada a los fenómenos de la Globalización, el Neoliberalismo y a la estrategia particular de la Privatización, tan acariciada por los políticos de turno, como la solución mágica a todos nuestros problemas económicos. La privatización está íntimamente vinculada al favorecimiento de los Estados y sus respectivos gobiernos, a los grandes intereses del capital y sin duda a las grandes empresas multinacionales, como la alternativa o la solución.

La evidencia de la creciente criminalidad (109 durante el mes de enero aproximadamente), la violencia a través de los medios de comunicación y sus efectos devastadores a nivel físico y por demás visibles a la ciudadanía, no es más que otra forma de violencia que enmascara los serios y crecientes problemas que nos acosan como sociedad. Agobiados por la criminalidad y sus efectos devastadores, la ciudadanía no consigue prestar atención adecuada a lo que verdaderamente sucede en el país. Otras violencias están haciéndose presentes, evidenciando a su vez la violencia estructural, con la cual están vinculadas. Al hablar de violencia estructural la gente no consigue entender el sentido de lo que significa y menos de las implicaciones que trae consigo, ya que el desconocimiento sobre ésta no nos permite un análisis crítico de sus orígenes y sus defectos.

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